martes, 21 de junio de 2011

REFLEXION SOBRE EL 15 M

Sobre la representación.

Es increíble como se abre paso la corrupción lingüística. Algunos dicen que los políticos no los representan y es cierto pero representan a la inmensa mayoría de los españoles. Recordemos que las elecciones fueron una semana después del 15M, que hubo tiempo para que cada uno votase en conciencia o no votase, que hubo tiempo para votar a otros partidos menos tradicionales, que hubo tiempo para la acción y no para lamentarse. Ahora hay quienes gritan que no nos representan…. Es cierto pero tuviste tu oportunidad. La democracia real consiste en respetar a la mayoría…. Eso no hay que olvidarlo, no pervirtamos el lenguaje y no demos una visión de la realidad parcial. Lo bueno es que hay mucha gente que desde el respeto a la mayoría trata de invertir la situación convenciendo de lo acertado de las tesis del movimiento.


Sobre las votaciones.

Está bien querer echar a los políticos corruptos y para eso no hay que votar a los partidos que lleven a estos personajes en sus listas. Hay que preguntarse por que la mayoría de los españoles no ha votado a otros partidos distintos de los tradicionales. Habría que preguntarse si no seremos nosotros los equivocados. Habría que preguntarse como convencer a la mayoría de los españoles para que se unan a nosotros. Hay quienes dice que solo hay dos partidos importantes y que votando solo se cambia de capataz, pero recordemos que existen muchos partidos distintos sin representación en el congreso y un castigo de voto hace mucho mas daño que una manifestación ya que el poderoso tratará de mantenerse en el poder y para eso necesita votos. Hay quienes dicen que votar y no acudir a estas plazas desprestigia cualquier intento de presionar a la clase política. Creo que es un grandísimo error ya que votar a otro si que hace daño mientras que ocupara la plaza está bien para llamar la atención pero a largo plazo solo se enturbian las relaciones con los ciudadanos anónimos que habitan en esas plazas.

Sobre la excusa de algunos atribuyendo la crisis solo al mercado financiero.

Hay quienes dicen que no hubo castigo en votos a los partidos tradicionales porque a quien se quería castigar es al mercado financiero, el verdadero origen de la crisis. Pero hay que recordar que el que regula los mercados es el gobierno y la clase política en general. No es un ente abstracto intocable, todo se puede hacer si se quiere. Hay quienes dicen que no se pude redactar una determinada ley excusándose en que puede ser inconstitucional o porque afecta a muchas leyes y sería muy compleja su redacción pero no olvidemos que hasta la propia constitución se puede cambiar y que a los políticos se les paga para que cambien lo que sea necesario. Que no nos engañen porque lo cierto es que nada es inamovible ya que afortunadamente en España la soberanía recae en el pueblo no en un libro, aunque se llame constitución. Hay que cambiar todas las leyes que sean necesarias para que resulte lo conveniente para el ciudadano y eso lo hacen los políticos no los mercados financieros.


Sobre la docilidad y el conformismo de los Españoles.

Hay gente que habla de la docilidad y conformismo de los españoles simplemente para referirse e a los españoles que no comulgan con sus ideas. Realmente es lamentable que desde el movimiento haya gente que use esas expresiones para referirse a una inmensa mayoría. Para esa mayoría no hay docilidad ni conformismo ya que tiene lo que quieren. Otra cosa es que pensemos que estén equivocados. Lo que hay que hacer es convencer con argumentos y no decirles simplemente que son dóciles y conformistas. Creo que el éxito del movimiento es debido a la tasa de paro tan elevada que hace tomar medidas desesperadas y si no aprovechamos el momento para convencer con verdaderos argumentos de la necesidad de un cambio corremos el riesgo de que cuando baje el paro el movimiento y todos sus buenos ideales queden en el olvido. Desde el movimiento reformista animamos a que se deje de decir que los españoles son dóciles y se pase a tratar de convencerlos de lo bueno de los cambios propuestos.

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